Reseña escrita por Ryan Davis, traducción por Darth Stone.
No es una transicion impecable, pero Civilization Revolution es un esfuerzo exitoso para traer a la celebrada serie de estrategia de Sid Meier a las consolas.
Aunque yo no tengo experiencia de primera mano con la serie de Civilization de Sid Meier, me siento confiado en decir que Civilization Revolution no es un juego hecho para los fans establecidos. Desarrollado específicamente para las consolas, Revolution adelgaza muchas de las complejidades del adorado titulo de estrategia por turnos para las PC para poderlo hacer una experiencia mas accesible aunque sigue siendo un juego muy profundo y adictivo. Algunas de las simplificaciones se sienten un poco arbitrarias, y aunque fue construido para ser jugado desde el sofá, las graficas a veces hacen que el juego se atore y el esquema de control a veces no responde ya que esta sepultado bajo el peso de toda la estrategia que sucede, pero aun así, es muy fácil caer en la trampa de “un turno mas”, por lo que la serie es famosa…
Como sus antepasados en la PC, Civilization Revolution te ubica en el papel de líder de una civilización histórica, con el fin de conquistar el mundo. Hay 16 civilizaciones para escoger, y cada una trae una serie de habilidades especificas. Las culturas distintas son representadas por caricaturas de varias figuras importantes en la historia mundial, desde Abraham Lincoln hasta Genghis Kahn, y usualmente no son agresivas, manteniendo cierto grado de respeto cultural. De ahí, el juego cambia su precisión histórica por anacronismos desafiantes, con el avatar de tu líder guiando a tu civilización, que puede incluir a figuras históricas de todo el mundo durante la historia registrada durante miles de años. Esto le podría molestar a, no se… Actores de figuras históricas?. Personalmente sentí la calidad estilo caricatura del juego bastante cómoda, dejándome saber que a pesar de las interpretaciones históricas, este juego no se va a tomar demasiado en serio a si mismo.
A diferencia de la mayoría de los juegos de estrategia, que tienden a enfocarse únicamente en la acción militar, hay cuatro maneras distintas de ganar una partida de Civ Rev. Puedes ganar por tu poderío militar, Supremacía Científica, Poder Económico o superioridad cultural, pero aunque estos caminos distintos a la victoria requieren una serie de prioridades distintas, los caminos tecnológicos están todos entrelazados. Si te enfocas únicamente en una disciplina, tu civilización simplemente no le podrá seguir el paso a la competencia. Eso hace que tu juego se convierta en una especie de juego de equilibrio, que te impulsara a obsesionarte en el como tu civilización utiliza y enfoca sus energías.
En un juego típico, vas a comenzar con una sola aldea, y al principio, tus opciones para expandir tu imperio estará limitada a crear grupos de guerreros. Cuando vas explorando el mundo generado al azar que tienes alrededor, te iras encontrando con grupos de bárbaros, que cuando los derrotes te recompensaran con nuevas unidades y a veces hasta nuevas tecnologías. Eventualmente encontraras con otra civilización que también quieren dominar el mundo, y esto abre el aspecto diplomático del juego, dejándote que declares la guerra, negociar acuerdos de paz, y el intercambio de secretos tecnológicos.
Cuando pasa el tiempo, tu capital crece y aprendes nuevas tecnologías, lo cual te abre la posibilidad de crear nuevas unidades, edificios y maravillas. Las unidades por lo general son militares, aunque a veces también incluyen caravanas, que puedes usar para intercambiar con otras civilizaciones, y pioneros, que usas para establecer nuevas ciudades. Tus construcciones mejoraran varios aspectos de cómo crece tus ciudad, y las maravillas afectan a todas tus ciudades, además de otorgarte alguna ventaja especifica, que a veces representa una ventaja ridícula sobre tus contrincantes. Mi maravilla favorita, personalmente, es el Oráculo de Delphi, que te deja saber antes de cada batalla si vas a perder o vas a ganar, dándote la posibilidad de huir sin tener bajas en tus ejércitos.
El árbol de las tecnologías es complicado, con el acceso a tecnologías sofisticadas que requieren que ya tengas un buen numero de tecnologías mas simples, pero el juego te da una grafica fácil de leer para que determines que necesitas investigar a continuación para llegar a tu meta. Aunque mucho del proceso de investigaciones es bastante intuitivo, hay varias tangentes por las cuales te puede ir. A pesar de todas las libertades históricas que el juego se toma, sigo sin entender como una civilización puede llegar a desarrollar viajes espaciales sin haber descubierto algo tan básico como la pólvora.
Hay otros anacronismos que encontré medio molestos en el juego. Existe una opción que tienes que tomar con todas tus ciudades, que puedes dedicarlas a investigación de nuevas tecnologías, o las puedes poner a generar ingresos. Esas dos opciones a mi personalmente no me parece que sean mutuamente exclusivas, aunque valgan como un punto de balance en la mecánica de juego. También esta el tema de ver a ciertas unidades militares superiores tecnológicamente sucumbir ante otras menos avanzadas. Cual es el punto tomarse el tiempo de desarrollar una unidad a su versión mas avanzada, cuando ves que tus aviones de guerra son derribados por portalanzas medievales?. Como lo dije antes, disfruto mucho del acercamiento libre con el que el juego retrata a la evolución cultural, pero deja abiertos ciertos espacios para la critica cuando los comparas con el mundo real.
En realidad, apenas estoy rascando la superficie de las miles de acciones que pueden suceder en un solo turno de Civilization Revolution, pero para ser un juego de estrategias simplificado, todo esto se sigue escuchando un poco complejo, verdad? La mayoría de las veces, Civilization Revolution hace un gran trabajo de hacer que los jugadores nuevos entren en la experiencia, con la ayuda de consejeros que te explican las implicaciones de las distintas decisiones que tengas que tomar. En su modo mas fácil, el juego perdona muchísimas cosas, lo cual edifica la confianza en el jugador la primera vez que lo intentas. Una vez que comiences en los niveles de dificultad mas altos, la inteligencia artificial de tus contrincantes se vuelve notoriamente mas siniestra, explotando cualquier falla en tus cimentaciones culturales.
Civilization se ha mantenido durante mucho tiempo como uno de los ejemplos relucientes de un juego que simplemente no se puede manejar con un control de consola, pero Revolution logra esto bastante bien, aunque note ciertas limitaciones, particularmente al final del juego, donde tenia a mi imperio repartido por los cuatro rumbos cardinales y con batallas en múltiples puntos. La interfase simplemente deja de crecer y es fácil perder el hilo de lo que esta sucediendo. El tiempo que el juego se toma para calcular las movidas de tus oponentes también se puede volver largo en esta etapa. Las graficas tanto en el PlayStation 3 y el Xbox 360 pueden comenzar a segmentarse, y el 360 en particular tiene dificultades para senderear todo a tiempo mientras le das vueltas al mundo para ver lo que sucede.
En mi experiencia, una partida de Revolution puede tardarse entre dos y seis horas, y cada partida, desde que inicias en el año 4000 A.C. hasta tu ultimo turno al final del siglo 21, son completamente auto contenidas, sin ningún tipo de persistencia entre una partida y la siguiente. Además del modo de campaña de un solo jugador, también hay un puñado de escenarios específicos que puedes jugar, así como un modo en línea, que inteligentemente limita el tiempo que te puedes tomar en decidir tu próxima movida. Tomando en cuenta que hay juegos completos que te duran lo mismo que una sola partida de Civ Rev, es difícil criticarles que su mecánica de juego sea tan enriquecida.
Aunque el mismo Sid Meier ha dicho que este es el juego de Civilization que siempre ha querido hacer, Revolution tiene muchas limitaciones, y la magnitud de su visión a veces forza demasiado a sus partes mecánicas, pero habiendo dicho eso, es un juego de estrategia que realmente satisface, y aunque sea territorio conocido para los jugadores de PC, no hay mucho que se le parezca en las consolas.